viernes, 17 de junio de 2022

EVA AL DESNUDO

A la espera de que comenzara el único programa de televisión que vemos, Saber y ganar, apareció el anuncio de esta película para el lunes por la noche así que, cuando nos pusimos a cenar, media hora después de que hubiera comenzado, la empezamos a ver desde el principio (solo faltaría) y ya no pudimos despegar la mirada del televisor, pues donde no hay una caída de ojos de Davis, hay un gesto irónico de Ritter. Al margen de las catorce nominaciones a los Oscar y los seis que ganó está el hecho de que es la única película en la que las cuatro actrices estaban nominadas a tales premios.

Bette Davis hace de ella misma, una gran actriz de teatro que sigue haciendo papeles de personaje más jóvenes que ella, y en su camino se encuentra con una joven para la que lo único que cuenta en su vida es estar junto a Davis, siendo contratada como ayudante. Poco a poco se va viendo que no era lo único que le importaba al personaje de Anne Baxter (estupenda) y esto creará tensiones dentro del reducido grupo de Davis. Una de las primeras apariciones de Marilyn Monroe en la pantalla: muy preocupada por cómo conseguir una copa. Una película inmensa que habla del teatro como profesión y del teatro que más de uno hace en su día a día para sobrevivir. No basta con verla una sola vez.





Dirección: Joseph L. Mankiewicz

Fotografía: Milton R. Krasner

Guion: Joseph L. Mankiewicz

Montaje: Barbara McLean

Música: Alfred Newman

Actores: Bette Davis, Anne Baxter, George Sanders, Celeste Holm, Gary Merrill, Hugh Marlowe

Plataforma: La 2

(1950; 138’; ***; 28)



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