Acabo de salir de ver esta película y, como estoy seguro
de que Marisol querrá verla también, la volveré a ver y disfrutar. Hay quien
opina que es larga, nueve minutos por encima de las dos horas (ay, si Lean se pusiera
detrás de la cámara), pero cuando he salido del cine, y a la vista de que es
una comedia con intriga, he pensado en que para rehabilitar la fachada de un
edificio hace falta un andamio y, para ello, antes hay que calcular las piezas
necesarias, alquilarlas, llevarlas al pie de edificio en cuestión y alzarlo,
por lo que ha hecho falta un tiempo que no se puede contar como si ya fuera la
rehabilitación. En resumen, la duración de la película es la que es, pero si se
necesita una presentación de los personajes acorde al tono de la película, es
decir con intriga y humor, hay que saberlo apreciar. Yo lo he hecho.
Con lo poco que me gusta a mí desvelar las historias que
leo o veo, mal lo tengo en esta ocasión, así que me andaré con rodeos, a pesar
de que la sinopsis que aparece en internet ya lo explica todo (mal hecho): en
un viejo caserón viven una mujer y tres hombres septuagenarios. Poco a poco
vamos conociendo las relaciones que los unen y algunas de sus habilidades. Lo
que sí se descubre desde el principio de la película es que los comentarios e
indirectas entre ellos están a la orden del día, aunque ya no se las toman a
mal, después de tantos años juntos.
La música, la historia y con ello el guion (basado en una
historia llevada al teatro), las actuaciones y, por ende, la dirección son muy
buenas. Divertida y entretenida intriga.
Dirección: Juan J. Campanella Fotografía:
Félix Monti
Guion: Juan J. Campanella, Darren Kloomok
Montaje: Juan J. Campanella Música:
Emilio Kauderer
Actores: Graciela Borges, Oscar
Martínez, Luis Brandoni, Marcos Mundstock
(2019; 129’; ***; 37)

No hay comentarios:
Publicar un comentario