Sorrentino, Caine, Keitel y, porqué no decirlo, un
provocativo cartel hacen que me fije en esta película y como la anterior del
director no me gustó la primera vez, pero sí, y mucho la segunda, vamos a
verla. Para desgracia mía y sobre todo de Marisol, nada más aparecer el
fotograma del cartel ella se encuentra mal y abandonamos el cine. Creí que ya
estaría a punto de acabar la película, pero todavía faltan cuarenta minutos.
Esto dará una idea del tiempo que me parecía haber pasado viéndola, es decir,
se me hizo larga.
Sorrentino, sin la gracia de La gran belleza, y utilizando una estructura similar nos presenta
un balneario de lujo en Suiza con estrellas retiradas del cine, la música y
otras en plena juventud, como un actor y la ganadora de un concurso de belleza
y un chorreo de palabras, filosofía de la vida, miradas, gestos, silencios,
belleza ambiental y algunas cosas más, que a mí no me dijeron nada e hicieron
que me pareciera haber llegado al final de la película cuando aún faltaba
mucho. Mala señal.
El director parece, o se cree, el heredero espiritual de
Fellini y, a pesar de que este siempre me gustó mucho en la mayoría de sus
películas, no por eso me ha de gustar alguien que copia su personalísima manera
de contar historias y ofrecer imágenes. Y hablando de estas últimas, la que más
me gustó fue la del actor que interpreta a Maradona cuando está golpeando con el
pie e inusitada fuerza una pelota de tenis hacia arriba que le vuelve a caer al
pie y este vuelve a elevarla por los aires.
Algún día acabaré de ver la película y esta reseña. Al
tiempo.
Dirección: Paolo Sorrentino Fotografía: Luca Bigazzi
Guión: Paolo Sorrentino Montaje: CristianoTravaglioli
Música: David Lang
Actores: Michael Caine, Harvey Keitel, Rachel Weisz, Paul Dano,
Jane Fonda
(2015; 118’; *;4)

No hay comentarios:
Publicar un comentario