Seguimos viendo películas cómicas que no hayan visto Eva
o Mari. Esta hacía ya unos años que no la veía, aunque la había visto en dos o
tres ocasiones y no me acordaba que la primera mitad, más o menos, es lenta y
con poca comicidad en comparación con la segunda parte. Casi aconsejaría al
posible espectador que dejara transcurrir diez o quince minutos y luego fuera
avanzando rápido hasta que van a la casa de su jefe en la isla. Ahí es donde la
acción se desata y las situaciones inverosímiles, pero muy divertidas, se
suceden unas a otras.
Dos jóvenes que trabajan en una compañía de seguros muy
importante quieren hacer méritos y se dedican a trabajar los fines de semana, a
pesar del calor reinante, pues el aire acondicionado se apaga. En una de esas
jornadas encuentran en la contabilidad unos apuntes duplicados lo que implica
que ha habido alguien que se ha enriquecido a costa de la empresa. El lunes
siguiente piden hora para hablar con su jefe y accionista principal de la
empresa y presentarle sus conclusiones. Asombrado por el descubrimiento les
invita el siguiente fin de semana a su mansión en una isla a fin de repasar los
datos con ellos. Al que llegue al final he de decirle que, a pesar de la
situación en la que quedan los protagonistas, hay una segunda parte.
Dirección: Ted Kotcheff Fotografía:
François Protat
Guion: Robert Klane
Montaje: Joan E. Chapman Música: Andy Summers
Actores: Andrew McCarthy,
Jonathan Silverman, Catherine M. Stewart, Terry Kiser
(1990; 97’; **; 25)

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