sábado, 11 de mayo de 2019

ESTE MUERTO ESTA MUY VIVO


Seguimos viendo películas cómicas que no hayan visto Eva o Mari. Esta hacía ya unos años que no la veía, aunque la había visto en dos o tres ocasiones y no me acordaba que la primera mitad, más o menos, es lenta y con poca comicidad en comparación con la segunda parte. Casi aconsejaría al posible espectador que dejara transcurrir diez o quince minutos y luego fuera avanzando rápido hasta que van a la casa de su jefe en la isla. Ahí es donde la acción se desata y las situaciones inverosímiles, pero muy divertidas, se suceden unas a otras.
Dos jóvenes que trabajan en una compañía de seguros muy importante quieren hacer méritos y se dedican a trabajar los fines de semana, a pesar del calor reinante, pues el aire acondicionado se apaga. En una de esas jornadas encuentran en la contabilidad unos apuntes duplicados lo que implica que ha habido alguien que se ha enriquecido a costa de la empresa. El lunes siguiente piden hora para hablar con su jefe y accionista principal de la empresa y presentarle sus conclusiones. Asombrado por el descubrimiento les invita el siguiente fin de semana a su mansión en una isla a fin de repasar los datos con ellos. Al que llegue al final he de decirle que, a pesar de la situación en la que quedan los protagonistas, hay una segunda parte.




Dirección: Ted Kotcheff                                                        Fotografía: François Protat
Guion: Robert Klane
Montaje: Joan E. Chapman                                                  Música: Andy Summers
Actores: Andrew McCarthy, Jonathan Silverman, Catherine M. Stewart, Terry Kiser
(1990; 97’; **; 25)



No hay comentarios:

Publicar un comentario