domingo, 12 de mayo de 2019

MEJOR SOLO QUE MAL ACOMPAÑADO


La he visto muchas veces, me río cada vez que la veo y con esta hemos despedido la Semana Santa más cinéfila que recuerdo. La primera vez que la vi era muy joven; me costó mucho conseguir la película en VHS, se la presté a un familiar y grabaron sobre ella; no me desanimé y en menos tiempo adquirí el DVD. Con ello quiero decir que, aunque no sea una extraordinaria película, tiene las suficientes escenas cómicas que no te esperas y que te hacen reír; en resumen, si hablamos de comedia disparatada es caballo ganador.
Steve Martin es un ejecutivo de publicidad que espera pasar el día de acción de gracias con su familia, pero está en Nueva York esperando que se tome una decisión sobre una campaña y teme que no llegará a tiempo de coger el vuelo previsto. Cuando sale de la reunión el siguiente problema es conseguir un taxi, cosa que no hace a la primera. Llegado al aeropuerto se entera de que por el mal tiempo el vuelo ha sido retrasado y allí conocerá al que será su sombra durante toda la película: John Candy. Para quien no conozca a este actor añadiré que su peso habitual era de 136 kilos: ¿te lo imaginas sentado a tu lado en un asiento de avión? Steve Martin no se lo podía creer… y eso solo era el comienzo.






Dirección: John Hughes                                                       Fotografía: Donald Peterman
Guion: John Hughes
Montaje: Paul Hirsch                                                            Música: Ira Newborn
Actores: Steve Martin, John Candy, Laila Robins, Charles Tyner, Dylan Baker
(1988; 93’; **; 26)


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