Hacía muchos años que había visto esta película, que no me había gustado especialmente, y precisamente por esto último quería volver a verla. La película es en blanco y negro, de espías, pero también podría ser considerada como de cine negro, por el tipo de personajes que aparecen en la historia y sus circunstancias. Vista de nuevo, me ha parecido una gran película, aunque pueda que no sea del gusto mayoritario debido a lo que ya he mencionado.
Burton interpreta a un espía que ha perdido a un
tránsfuga y eso lo deja en una difícil posición frente a sus jefes. Es un
hombre sin familia que vuelve a beber y que se echa en brazos de la primera mujer
que encuentra y no lo rechaza. Por su cabeza pasa la idea de pasarse al otro
lado.
En la trama se plantea la cuestión de a quién creer: a un
espía del otro bando, a un espía propio que tiene ganas de ascender y es sabido
o al jefe de este último que toma decisiones un tanto discutibles. La respuesta
se conoce en menos de dos horas.
Dirección: Martin Ritt
Fotografía:
Oswald Morris
Guion: Paul Dehn, Guy Trosper
Montaje: Anthony Harvey
Música:
Sol Kaplan
Actores: Richard Burton, Claire Bloom, Oskar
Werner, Sam Wanamaker, George Voskovec
Plataforma: Filmin
(1965; 112’; ***; 72)

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