Con un cartel como este, Wilder, Novak y Martin, ¿por qué no ver esta película que, además creíamos no haber visto? Nada más comenzar nos suena una canción y resulta que la habíamos visto en alguna otra vida. Pero no nos olvidaremos. Comedia fallida de Wilder, pues nadie es perfecto.
El actor que no aparece en el cartel, Walston, es un profesor
de piano y compositor amateur, además de un celoso exagerado. Tiene un amigo
que trabaja en una gasolinera delante de su casa que es el que hace las letras
de las canciones. Ambos sueñan con que un día alguien escuche alguna de sus
canciones y se hagan famosos. Martin llega a ese pueblo perdido a repostar, el
amigo lo reconoce y le dice que el motor le fallará, que mejor se quede. Y le
ofrece la casa de su amigo para que, descuidadamente, escuche sus melodías, pero
el amigo teme por la virtud de su esposa, por lo que se les ocurre llamar a la
chica descuidada del pueblo para que se haga pasar por su esposa y
encandile a Martin.
Las melodías repetidas muchas veces, un Martin exagerado,
una comedia de enredos en la que solo se salva Novak y, sobre todo el final,
que no es nada hollywoodiense. Aconsejo ver la película desde el momento en que
aparece esta actriz (unos treinta minutos antes del final), así también se verá a la que hace de su esposa,
que es lo que permite un final con la firma de Wilder y Diamond.
Dirección: Billy Wilder
Fotografía:
Joseph LaShelle
Guion: Billy
Wilder, I.A.L. Diamond
Montaje: Daniel Mandell
Música: André Previn
Actores: Dean Martin, Kim Novak, Ray Walston,
Felicia Farr, Cliff Osmond, Barbara Pepper, Skip Ward
Plataforma: Filmin
(1964; 125’; *; 39)

No hay comentarios:
Publicar un comentario