Anunciada como la primera película del “me too” quiero verla por la protagonista, la joven del cartel, que ya aparecía en Ozark con una cara de desagradable que quería comprobar si aquí ponía la misma. Luego sigo con mi opinión, ahora un párrafo de sinopsis.
Garner, que es el apellido de la actriz, hace el papel de
una secretaria de producción que comienza en el mundo del cine y que está
dispuesta a hacer todo lo que haga falta para aprender y que algún día pueda
llegar a ser productora. Así que se levanta cuando es de madrugada, llega a la
oficina cuando no hay nadie, enciende las luces, limpia las mesas, tiras las
papeleras y todo lo que hayan dejado de restos de comida, hace las fotocopias
para todos aquellos que las precisan, llama a los coches con conductor y se
asegura que vayan a buscar a las personas que así se ha acordado y confirma que
las habitaciones de hotel están reservadas,… lo que he dicho: hace de todo y
con una cara de resignación que pocas personas pueden llegar a poner después de
ser la última en irse de la oficina.
Ya he aclarado si la cara iba a ser la misma que en la serie
y no lo es, por lo que demuestra que tiene más registros que el de la joven gruñona.
Lo del me too lo dejo en el aire para no destripar el resto, aunque añadiré que,
si la prostitución es tan antigua como la humanidad, la opresión y el abuso de
los unos por los otros (y, para que nadie se enfade, de ellas por ellos)
también tiene la misma edad.
Termino mencionando a Kitty Green, directora, guionista y
montadora de la película porque creo que tuvo claro lo que quería contar y el
pulso que le quería imprimir a la película por lo que, si te gusta o no, es por
culpa suya. A mí me ha gustado.
Dirección: Kitty Green
Fotografía:
Michael Latham
Guion: Kitty
Green
Montaje: Kitty Green, Blair McClendon
Música: Tamar-kali
Actores: Julia Garner, Matthew Macfadyen, Owen
Holland, Jon Orsini, Rory Kulz, Migs Govea
Plataforma: Filmin
(2021; 88’; **; 37)

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