Nos plantamos en el cine el día 1 de octubre, día del estreno, para ver la última de James Bond y la última de Daniel Craig como 007. Este actor nos ha hecho volver a ver estas películas, pues desde Moore ambos dejamos de seguir la serie, aunque hayamos visto bastantes, bien de estreno o por televisión, pero las cuatro anteriores nos han parecido muy convincentes, aunque no me hayan gustado por igual, que también ha sido el caso de esta.
A la película le sobran minutos, sobre todo cuando hay
diálogo ideológico. Hay homenajes a las viejas películas de 007 y, a mi
parecer, a El silencio de los corderos en la aparición de Blofeld (la
anterior termina con él en la cárcel, de lo que no me acordaba ni falta que
hace). Hay buenas escenas de acción y, aunque Craig ya no es tan joven da muy
bien el papel. Malek tiene la misma expresión en todas sus escenas y es buena la
banda sonora de Zimmer. Y también hay, como en las series inglesas, las
obligatorias cuotas para dejar a todos contentos y que no sea que dejen de
verla por esos motivos, es decir, hay heterosexuales, pero respetuosos con las
mujeres; hay negras y homosexuales con papel importante; la secretaria
Moneypenny ya toma parte en las reuniones con M (???) y la chica guapa escotada
tiene un cociente intelectual superior a la media (escena divertida y con mucha acción). ¿Queda alguien descontento?
Y la película ¿de qué va? Pues de lo que van las
películas de Bond: acción a raudales, historia de control de la mente y traspaso
de poderes (parece ser), sin olvidarnos de la socarronería que se deja ver de
vez en cuando. James Bond Will return.
Dirección: Cary J. Fukunaga
Fotografía:
Linus Sandgren
Guion: Neal
Purvis, Robert Wade, Cary J. Fukunaga, Phoebe Waller-Bridge
Montaje: Tom Cross, Elliot Graham
Música: Hans
Zimmer
Actores: Daniel Craig, Ana de Armas, Rami
Malek, Léa Seydoux, Lashana Lynch, Ralph Fiennes
Plataforma: cine
(2021; 163’; **; 83)
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