Viene Mari y nos proponemos ver Testigo de cargo,
que hace tiempo que quiero volver a verla y ella no la tiene presente pero, ve
a saber porqué, la televisión no recibe la señal del reproductor y no puede ser.
Así que, entre toda la oferta disponible, elegimos la película del título, a
pesar de que Marisol y yo ya la habíamos visto. Si no te paras a analizar el
comportamiento de algún personaje secundario o del conjunto de fuerzas del
ejército, la película es entretenida e interesante. Si se es como yo, que soy
de los que se pierden con las idas y venidas (y no aclaro más), es conveniente
que se tenga al lado alguien como Marisol y así poder comprender la historia en
toda su amplitud. Queda dicho.
Doce naves extraterrestres, con forma de tremendos
ovoides pétreos, aparecen en otros tantos puntos de la tierra. Los gobiernos de
los países afectados intentan contactar con los navegantes y, como no puede ser
de otra manera, nosotros vemos el desarrollo de esos intentos con la nave que
está en espacio estadounidense. Los protagonistas principales de saber qué
intenciones albergan son un físico y una lingüista y esta, a medida que vaya
comprendiendo el modo de comunicarse con ellos, avanzará en una dirección
inesperada.
Dirección: Denis Villeneuve Fotografía:
Bradford Young
Guion: Eric Heisserer
Montaje: Joe Walker Música: Jóhann
Jóhannsson
Actores: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest
Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O’Brien
(2016; 116’; ***; 10)

Pues a mí ese ritmo cansino pudo conmigo. A Hevila si le gustó mucho.
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