Esta película la he visto bastante veces por lo que es obvio que me ha de gustar mucho, como así es. En esta ocasión la hemos vuelto a ver porque Marisol no la recordaba. Al buscar el cartel publicitario he visto que, aparte de otros cuatro Oscar, se llevó el de mejor película, por lo que fue la ganadora de su año, sin lugar a dudas. No debo estar tan equivocado al decir que me parece muy buena o, en todo caso, tengo un gusto anticuado, pues la película ya ha cumplido el medio siglo.
En un pequeño pueblo de Estados Unidos, haciendo una ronda
nocturna un agente de policía se encuentra el cadáver de un millonario al que
le han robado la cartera. El jefe de policía le encarga que vaya a varios sitios,
entre ellos la estación de trenes, y allí es donde encuentra a un negro al que,
después de cogerle el billetero, le encuentra varios centenares de dólares.
Inmediatamente llama a la comisaría y les dice que ya tiene al asesino y que va
en camino.
Como es mi norma no desvelar nada, en la medida de lo
posible, no puedo seguir contando la historia, pero es a partir de este momento
(solo ha pasado un cuarto de hora) que la película coge fuerza y se van viendo
los caracteres de los diferentes personajes y, casi a cada paso, con pequeños
giros que la hacen muy entretenida, pues no hay que olvidar que apenas se ha
salido del segregacionismo y, del primero hasta el último blanco, se siente
superior a cualquier otra persona de otra raza. Ya he dicho que me gusta la
película, el guion y la música son muy buenos, pero es que sus actores y el
director me gustan normalmente en cualquiera de las muchas películas en las que
los he visto, la mayoría de ellas más de una vez. Estupenda.
Dirección: Norman Jewison
Fotografía:
Haskell Wexler
Guion: Stirling
Silliphant
Montaje: Hal Ashby
Música: Quincy Jones
Actores: Sidney Poitier, Rod Steiger, Warren
Oates, Lee Grant, Larry Gates, James Patterson, Matt Clark
Plataforma: Filmin
(1968; 109’; ***; 66)

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