Película que vemos por televisión ya que el pasado año yo
ya tuve bastante con las versiones de Churchill como para ir a ver con detalle
una de las acciones más sorprendentes, y quizá determinantes, de la Segunda
Guerra Mundial. Hice bien no yendo a verla y si la aguanté hasta el final es porque
no está mal hecha, pero no tiene la suficiente garra como para mantener el
interés.
Trescientos mil hombres están arrinconados en las costas
de Dunkerque arrinconados por lo alemanes. Solicitan ayuda aérea para disuadir
a los alemanes de seguir avanzando, pero esta no llega. Dada la poca
profundidad las naves de gran calado no pueden acercarse a la costa y se teme
un final trágico para todos los que esperan un milagro.
Hay media docena de personajes a los que se sigue en sus
peripecias por estar primeros en las filas de los que van a ser rescatados,
pero a mí no me llegaron a transmitir una ansiedad por conocer su suerte, por
lo que el tedio termina ganando la partida. Estuvo nominada a ocho Oscar y solo
ganó los dos de sonido y el de montaje, que no está mal, pero que al espectador
no pueden llegarle como los de otras categorías, lo que abunda en mis opiniones
anteriores.
Dirección: Christopher Nolan Fotografía:
Hoyte Van Hoytema
Guion: Christopher Nolan
Montaje: Lee Smith Música:
Hans Zimmer
Actores: Fionn Whitehead, Mark
Rylance, Tom Hardy, Harry Styles, Barry Keoghan
(2017; 107’; **; 9)

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