Ultima película vista antes de la entrega de los Oscar
que fui a ver porque era una de las tres que nos faltaban por ver de las
nominadas a mejor película. A Marisol le habían dicho que estaba muy bien y yo
había leído que no, pero aunque no me gustaba especialmente su cartel ni la
temática a la que aludía y que sería la de la película, fui a verla.
Taika Waititi, que ya había estado nominado al Oscar, es
el director y guionista de esta película, rinde homenaje a Wes Anderson tanto
por su colorido como por algunos aspectos de la historia, y añade un personaje
que interpreta él mismo, que no está en el libro en el que se basa.
El personaje principal de la película es un muchacho que está
en un campamento de las juventudes hitlerianas. El no vibra como sus compañeros
ni está muy convencido de lo que hace y todo le sale muy mal y, como debe
demostrar que no tiene miedo a matar y no puede ni con un conejito, se queda
con el apodo de Rabbit. Su madre, una mujer muy singular para los tiempos que
corren, y otro chaval de su edad son las únicas personas a las que tiene como
referencia y apoyo.
La película no puedo calificarla de comedia (en la sala
solo se reía, de manera muy particular, una persona) ni de drama, pues no van
por ahí los tiros y, quizá por eso, el espectador se queda a medio camino de
tener una idea clara sobre ella. El protagonista tiene un buen papel y actúa
muy bien, pero su amigo se come la pantalla en las pocas veces que aparece y
tiene unas frases muy ingeniosas; ellos dos son lo mejor de la película con
diferencia.
Dirección: Taika Waititi Fotografía:
Mihai Malaimare jr.
Guion: Taike Waititi
Montaje: Tom Eagles Música:
Michael Giacchino
Actores: Roman G. Davis, Thomasin McKenzie,
Taika Waititi, Rebel Wilson
(2019; 108’; **; 6)

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