En la noche de los Oscar me enteré que esta película de
los hermanos Cohen estaba nominada por el guion, el vestuario y a la mejor
canción, de los que no ganó ninguno. Hará un par de semanas que Marisol la
reconoció (ese título no soy capaz de recordarlo ni por un Oscar) y la vimos…
en dos tandas.
La película cuenta historias de oeste, presentándolo como
se hacía cuando yo era pequeño, pero no olvidemos que quien está detrás de todo
son los Cohen, es decir, que las historias de ese legendario oeste tienen un
giro agrio, desalmado, infeliz, cruel y algún apelativo más que ahora no me
viene. Por lo mismo, por lo de que es de los Cohen, la cinta (¿puede seguir
diciéndose así?) está bien hecha, la fotografía es buena y todas las historias
son sorprendentes y mi único pero sería en cuanto a la duración de algunas de
ellas, pues se hacen ligeramente interminables, de ahí que hiciéramos un alto,
a pesar de que no me gusta dejar una película a medias, pero preferí eso a
dejarla sin terminar. Para amantes del legendario oeste visto a través de la
óptica de unos hermanos tan singulares como ellos.
Dirección: Joel Cohen, Ethan
Cohen Fotografía:
Bruno Delbonnel
Guion: Ethan Cohen, Joel Cohen
Montaje: Ethan Cohen, Joel
Cohen Música:
Carter Burwell
Actores: Tim B. Nelson, James
Franco, Liam Neeson, David Krumholtz, Brendan Gleeson
(2018; 133’; **; 18)

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