Otra película de las seleccionadas por nosotros en Filmin… y otro fracaso. Marisol la había visto, pero no lo recordaba y yo “si te he visto ni me acuerdo”. La quisimos ver por el actor, pero el guionista y el tiempo impusieron su ley (¡director y guionista son los de El tercer hombre!). Para aquellos que conozcan las producciones de la Ealing (yo recuerdo con cariño El quinteto de la muerte, con el mismo actor, o Pasaporte para Pimlico), tendrán una primera idea de la imagen de la película que quiero transmitir: blanco y negro, actuación buena, pero demasiado lacónica para este siglo y guion que no llega al nivel de comedia porque detrás no hay nada más. Por si alguien quiere verla, la charanga de músicos es un ejemplo de lo que digo y que transcurre en los quince primeros minutos de película, no vuelve a salir más y creo que se ha perdido su vis cómica sin resolución.
El protagonista es un vendedor de aspiradoras que no
llega a final de mes y quiere, además, satisfacer excéntricos gustos de su
adolescente hija. Recibe la propuesta de ser el agente de los servicios
secretos ingleses y la rechaza, pero la opinión de un conocido suyo y la
posibilidad de disponer de fuertes sumas para gastos le hacen cambiar de idea.
A partir de allí se enredará creando una red, valga la red-undancia, y nadie
terminará siendo quien parece ser. Quizá una nueva versión actualizada a los
gustos actuales sería un éxito, pues la idea original no es mala y es de Graham
Greene.
Dirección: Carol Reed
Fotografía:
Oswald Morris
Guion: Graham Greene
Montaje: Bert Bates
Música:
Frank Deniz, Laurence Deniz
Actores: Alec Guinness, Burl Ives, Maureen O’Hara,
Ernie Kovacs, Noel Coward, Ralph Richardson
(1959; 103’; *; 47)

No hay comentarios:
Publicar un comentario