Esta es la segunda película de las que marcó Marisol en Filmin para ir viendo y, lamentable y sorprendentemente, ha seguido la estela de la primera. Y digo esto porque Truffaut es un director que me gusta, aunque hacía muchos años que no veía una película suya.
Supongo que esta película es un homenaje a Hitchcock, por
la intriga y que lo que parece no es, pero en tono de comedia. La pena es que la
intriga es muy pobre y la comedia también, es decir, lo que vemos no nos
convence porque los personajes y los diálogos no están bien dibujados. Se salva
con nota Fanny Ardant, que es la alegría de la película y que, quizá, con su
exiguo vestido de paje nos recuerda el voyerismo del director inglés; todo lo
contrario que Trintignant, que ni seduce su actuación ni tiene unas buenas líneas
de diálogo.
El actor, dueño de una tienda inmobiliaria, es acusado de
haber disparado con una escopeta a un amigo suyo y la actriz es la secretaria
de la tienda. Entre ambos, sobre todo ella, intentarán descubrir al verdadero
asesino, librando así a Trintignant de la acusación. Los policías que aparecen (¿homenaje
a Frenesí?) tuvieron al mismo dialoguista que el mencionado actor.
Esperaré a quitarme el mal sabor de boca viendo La mujer de al lado o La
novia vestía de negro, porque espero que me gusten tanto, o más, que lo que me
gustaron hace décadas.
Dirección: François Truffaut
Fotografía:
Néstor Almendros
Guion: François
Truffaut, Suzanne Schiffman, Jean Aurel
Montaje: Martine Barraqué
Música:
Georges Delerue
Actores: Fanny Ardant, Jean-Louis Trintignant,
Jean-Pierre Kalfon, Philippe Laudenbach, Caroline Sihol
(1983; 110’; *; 46)

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