sábado, 29 de mayo de 2021

EL GRAN HOTEL BUDAPEST

Supe de este director, Wes Anderson, el año en que Anna entró a estudiar cine, pues tuvimos que ver un montón de películas y, entre ellas, había dos de él: casi diría que no me gustaron pero, volviéndolas a ver, descubres que no son tan tontas como parecen; que su mundo de colores tiene un estilo, muy personal, pero que le va como anillo al dedo a lo que muestra; que las películas están llenas de toques de humor y de estrellas del cine.

Con esta película me volvió a pasar lo mismo: creí que no me había gustado, pero esta vez era la tercera que la veía (solo un rato para cenar) y no puede despegar los ojos de la pantalla hasta que se acabó. ¡Es tan buena!

Para el hotel del cartel ya han pasado los años de gloria y, en su restaurante, solo se encuentran dos comensales y uno de los dos le explica al otro la historia de cómo adquirió dicho establecimiento y de lo que sucedieron en los años que van desde ese momento hasta el actual.

No puedo explicar más, pero sí decirte que si deseas verla le des una oportunidad más allá de los veinte minutos, pues es como acostumbrar la vista a la luz cuando se sale de un lugar oscuro: es molesto y querrías volver a la oscuridad, pero si aguantas un poco, todo se vuelve color y movimiento.





Dirección: Wes Anderson

Fotografía: Robert D. Yeoman

Guion: Wes Anderson

Montaje: Barney Pilling

Música: Alexandre Desplat

Actores: Ralph Fiennes, Tony Revolori, F. Murray Abraham, Mathieu Amalric, Adrien Brody, Jude Law

Plataforma: HBO

(2014; 100’; ***; 34)



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