Empezamos a ver Ladrones como nosotros (no recuerdo porqué, ni quién aparece, pero prefiero que siga en el olvido) y la dejamos a los veinte minutos. Mucho aguantamos. Marisol rebusca en Filmin y propone esta mini serie de dos capítulos basada, lamentablemente en hechos reales, y esta vez no lo digo porque no haya imaginación, sino porque la historia es tan espeluznante por las personas que aparecen en ella, por lo cercano en el tiempo, por los medios que se emplean para obtener un fin, que no acierta uno a comprender cómo es posible que alguien haga lo que se presenta aquí y, además, sea respaldado por otras personas.
Sin ánimo de desvelar cuál es la atrocidad que se le
ocurre al sujeto elegante de ancho bigote, el protagonista, presentaré a los
otros personajes de la historia que aparecen en el cartel detrás de él: el de
la pajarita es su más fiel valedor, a pesar de que Lucan está jugando a crédito
y que cada vez que da un paso es en falso y para ir a peor; la mujer de blanco
es su esposa, que soporta resignadamente la mala vida que le da, a pesar de
pertenecer a la alta sociedad o, quizá, por eso mismo; y por último y, en el
fondo de la imagen, está su amante. Falta una protagonista, pero no hablaré de
ella. Son dos capítulos y bastan para saciarle a uno de tanta estulticia,
soberbia y desprecio por la ley.
Dirección: Adrian Shergold
Fotografía:
Tania Reddin
Guion: John
Pearson, Jeff Pope
Montaje: Tony S. Ling
Música: Ben Bartlett
Actores: Rory Kinnear, Christopher Eccleston, Catherine
McCormack, Michael Gambon, Susan Gillias
Plataforma: Filmin
(2013; 2 x 52’; **; 32)
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