Me parece que fue en La Cultureta que supe de esta serie y, si me hubieran dicho que me gustaría una serie sobre unos jóvenes que van a tener el sida, habría tenido todas las dudas posibles pues, como muchas veces he dicho, no me gustan las historias de tipo real, aunque termine viendo y, muchas de ellas, gustándome. Pero esta serie es muy distinta a cualquier otra que hable de algo real y allá voy con un sucinto resumen.
Estamos a principios de la década de los ochenta y unos
jóvenes de diversa procedencia y raza, deciden dejar a sus padres e irse a
Londres. Algunos matriculados en alguna carrera que no llegarán a cursar, otros
a buscar un trabajo que les permita mantenerse y no tener que volver a la casa
paterna, otros porque tienen unos sentimientos que saben que no serán
comprendidos; en resumen, lo que tienen en común todos ellos es que son
homosexuales y, en aquella lejana década eso ni se comentaba, ni estaba bien
visto.
El párrafo
anterior no aclara cual es la diferencia con cualquier otra serie dramática y,
por eso, viene mi comentario: todos los jóvenes englobados en la mencionada
sinopsis tienen algo más en común y que se traslada a la pantalla con tal
acierto que es un enorme placer ver la serie: tienen unas enormes ganas de
vivir, de ser felices, de pasar por encima de su circunstancia personal y de
los avatares de la vida en Londres y los actores lo transmiten tan bien que, a
pesar de que no va a acabar bien la aventura, como es de todos sabido, el
tiempo que dure será mucho más feliz e intensa que las vidas de los heterosexuales
que estén en sus mismas circunstancias de precariedad. Es muy posible que
vuelva a verla porque es como oír una música que te traslada, si no
físicamente, sí a otra situación que te hace estar mucho mejor que como estabas,
a pesar de que sabes que acabará.
Dirección: Peter Hoar
Fotografía:
David Katznelson
Guion: Russell T. Davies
Montaje: Sarah Brewerton
Música: Murray
Gold
Actores: Olly Alexander, Nathaniel
Curtis, Shaun Dooley, Omari Douglas, Lydia West, Keeley Hawes
Plataforma: HBO
(2021; 5 x 48’; ***; 28)

Gracias por la recomendación porque efectivamente nos gustó a pesar de ser un tema que, por conocido, no nos atraería verlo. Si le quitamos un poco de estupidez adolescente que creo no les pega a esas edades (como el famoso saludo con nota musical) queda una serie redonda y muy entretenida.
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