Fin de semana, fin de serie, pues toca película y Marisol va sobre seguro. Yo reconozco algunas escenas, pero no recuerdo haber visto la película. Lo que sé seguro es que no he leído El rey Lear, que es en la que se basó el guion de la película, por lo que tengo interés en verla ¿de nuevo? Cada vez me pasa más a menudo que ya no sé si he visto una película, pero eso no es un problema… siempre y cuando valga la pena verla de nuevo. Como es el caso de esta.
El sujeto del cartel, que parece un Quijote que ha
perdido el oremus, es el jefe de un clan que conquistó varios territorios
cuando él era joven. Ahora, antes de que su barba sea cana y su mirada perdida,
ha decidido dejar el puesto de jefe a uno de sus tres hijos y, para ello, los
ha reunido junto con varios de sus más importantes generales. Su decisión no es
tomada con gusto por su tercer hijo, soltero, pues considera que el primogénito
no será un buen jefe, por lo que decide dejar la familia. Al segundo hijo
tampoco le ha gustado la decisión de su padre, pero él tiene otros planes.
Las cerca de tres horas que dura pueden hacer que más de
uno no se atreva a verla pero, aunque no es lo mejor, siempre se puede hacer en
dos sesiones y disfrutar con la historia, la forma de vida samurái que no
muestra Kurosawa, la plasticidad y colorido de las imágenes y, también, con las
bufonadas del que acompaña al jefe del clan. Puro Shakespeare.
Dirección: Akura Kurosawa
Fotografía: Asakazu
Nakai, Takao Saitô, Shôji Ueda
Guion: Akira Kurosawa, Hideo Oguni, Masato Ide
Montaje: Akira Kurosawa
Música: Tôru
Takemitsu
Actores: Tatsuya Nakadai, Akira
Terao, Jinpachi Nezu, Daisuke Ryü, Mieko Harada, Yoshiko Miyazaki
Plataforma: Filmin
(1986; 162’; ***; 31)

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