Unas pinceladas de la noche en blanco que paso año tras
año, y desde hace muchos, porque me gusta el cine y me gusta ver a la gente del
cine, aunque sea a través de una ceremonia que los desvirtúa de cómo pueden ser
en el día a día o trabajando, pero que, quizá, los hace más héroes, semidioses
o inmortales. Que cada uno escoja.
Chris Rock fue el presentador de este año y el más barato
de vestir: un solo smoking, aunque muy elegante a mi gusto. No estuvo a la
altura del espectáculo que todos esperamos, aunque hizo una presentación para
que nadie más después de él pudiera hablar del tema del año: el racismo en
estos premios. Las dio de cal y de arena, bien, ¿pero eso es espectáculo?, no.
Para dejar este tema en este párrafo quiero decir que la actitud de la Academia
con tanto presentador de color diferente al de los nominados me pareció cínica,
pero allá cada uno.
Entrando ya en la gala, una innovación que aplaudo: todos
los agradecimientos de los premiados salen sobreimpresos mientras se acercan a
recoger su premio. Por fin dejaré de saber cómo se llaman sus vecinos, amigos y
demás parentela. Y a mayor abundamiento, la Cabalgata
de las Walkirias enmudecía a los que se alargaban en sus discursos en el
Dolby Theatre, local con una capacidad para tres mil cuatrocientas personas
que, año tras año, cuando es enfocado desde el escenario, me deja boquiabierto.
A lo que han ido todos los que fueron allí: a por los premios.
Y estos fueron, entre otros:
·
Mejor película: Spotlight, la he visto y me gustó. Se llevó dos de seis.
·
Mejor director: Alejandro González Iñárritu por El renacido, segundo año consecutivo,
tal y como ya hicieron John Ford y Joseph L. Mankiewicz, ¡ahí queda!
·
Mejor actor: Leonardo DiCaprio por El renacido. Por fin se lo dieron y el
Dolby en pie.
·
Mejor actriz: Brie Larson por La habitación.
· Mejor actor de reparto: Mark Rylance por El puente de los espías. Mala suerte
para Stallone.
·
Mejor actriz de reparto: Alicia Vikander por La chica danesa.
·
Mejor película animada: Inside out (Del revés). No
puede llegar a la mitad, ¡que aburrida! aunque ingeniosa.
·
Mejor guión original: Spotlight.
· Mejor guión adaptado: La gran apuesta. Para entendidos en economía y, quizá, por eso no
ganó los otros cuatro a los que aspiraba.
· Mejor película de habla no inglesa: El hijo de Saúl (Hungría). No la he
visto, pero no es una comedia ligera.
·
Mejor fotografía: Emmanuel Lubezki por El renacido. Ha hecho lo que nadie en
ochenta y ocho años: ganar tres estatuillas seguidas.
·
Mejor banda sonora: Ennio Morricone por Los odiosos ocho. Ochenta y siete años
por lo que, si no estoy equivocado, es la persona de más edad en ganar un
Oscar. Yo confío en llegar a esa edad y saber quién soy, lo del premio lo doy
por perdido.
· En resumen: Mad
Max: Furia en la carretera se lleva seis de diez; El renacido tres de doce; y se quedan sin: Brooklyn, Marte, y Star Wars: El despertar de la Fuerza.
Y de la retransmisión desde Madrid comentar que hubo un
invitado de palo, el joven de la izquierda; media invitada ídem, la de la
derecha; un “entendido” en moda que era un charlatán insoportable; y dos
mejoras: no nos importunaron con las personas que habían ido a verlo en directo
al cine y, sobre todo, con las opiniones tuiteras ni sus gráficos. Ojalá no
vuelvan a las andadas.
(2016; 3h30’; **;7)