El año anterior al de esta película DeVito había actuado en Por favor, maten a mi mujer y, supongo yo que debió pensar en aprovechar el éxito y, entre el parecido a la película mencionada y a Extraños en un tren, tener otro éxito que, aunque posiblemente lo tuvo, vista hoy es bastante inaguantable, porque no tiene gracia y las escenas de Cristal cuando no sabe cómo iniciar su nuevo libro, insoportables por repetitivas. Quizá para él fue un tour de force sostener las escenas él solo, pero el espectador no tiene que sufrir otro por verlo. Si se aguantan los diez primeros minutos ir dándole cuartos de hora a la película, en otro caso ¡sin remordimientos!
El personaje de DeVito asiste a las clases de narrativa
de Cristal el cual, dado lo mal que cuenta sus historias apenas le hace caso,
pero aquel no se desanima y le acosa con sus narraciones y con las historias de
su insoportable madre. Un día Cristal le dice que vaya al cine y, a la vista de
lo que cuenta la película, cree que le ha enviado un mensaje y decide aceptar
la propuesta implícita.
Dirección: Danny DeVito
Fotografía:
Barry Sonnenfeld
Guion: Stu Silver
Montaje: Michael Jablow
Música:
David Newman
Actores: Danny De Vito, Billy Cristal, Kim
Greist, Anne Ramsey, Kate Mulgrew, Branford Marsalis
Plataforma: Filmin
(1988; 88’; *; 68)