domingo, 29 de mayo de 2016

EL CASO FRITZ BAUER

            Marisol vuelve a llevarme al cine a ver una película de la que no he oído hablar: estoy desemplugged total. Hace ya tres semanas que fuimos a verla, pero espero recordar lo suficiente para llenar tres míseros párrafos.
            Fritz Bauer era fiscal general en Hesse después de la Segunda Guerra Mundial y la película nos muestra a una persona ya mayor que se encuentra en su camino a uno de los más destacados prohombres nazi y todo lo que hace a fin de capturarlo y llevarlo ante la justicia. Para ello llegará hasta infligir la ley, lo que le puede acarrear serios perjuicios personales. Esta es una breve sinopsis de la historia, ahora hablemos de la película.
            Es estupenda: la puesta en escena de los años cincuenta y sesenta impresiona por su verismo, pues aunque no la viviera con conocimiento de causa, y menos en Alemania, tengo recuerdos arraigados por lo que yo viví o por lo que he llegado a ver con posterioridad. Impecable. Como también lo es y está el actor que interpreta a Bauer: llama la atención por su dedicación al trabajo y a los puros, sobre todo por esto último, pero no hay que olvidar que hasta presentando las noticias en televisión el presentador fumaba, ¡quién lo iba a decir hoy en día!
            Hay una escena clave en la película: en ella se comenta que el Tribunal Supremo ha sentenciado que las leyes nazis que subsisten son conformes a Derecho. Eso me ha hecho recapacitar y darme cuenta que, por ejemplo, sobre antiguas iglesias, fueran de la religión que fueran, se han construido grandes catedrales; en los días de fiestas paganas se han colocado fiestas católicas; pero no deja de sorprender, que leyes anticuadas o que no salvaguardan todos los derechos o a todos por igual se pueda construir un estado de derecho. Pero esto se vive en toda aquella transición de un tipo de estado a otro: se vivió en España hace cuarenta años, y estoy seguro que se vivió en Rusia hace cien y en Francia hace doscientos veinte. Lo viejo ha de convivir con lo nuevo durante un tiempo, pero hay cosas que nos pueden hacer más daño que otras.
            No es una película para todos los gustos, pero si no se sabe qué se va a ver, estoy convencido que gustará a más de uno que, como quizá yo mismo, hubiera dicho que no le apetecía verla, pero por su buena factura y tempo se sale satisfecho de haberla visto.




Dirección: Lars Kraume                                            Fotografía: Jens Harant
Guión: Lars Kraume                                                  Montaje: Barbara Gries
Música: Julian Maas – Christoph Kaiser
Actores: Burghart Klaussner, Ronald Zehrfeld, Jörg Schüttauf, Sebastian Blomberg
(2016; 106’; ***;14)  


domingo, 8 de mayo de 2016

NEGOCIADOR

            Un hombre ya mayor está comiendo en un restaurante vasco y entran tres hombres más, lo miran, los mira y no se saludan. Cuando acaba de comer le dice a otra persona que lo está esperando: fuimos juntos al colegio y desde hace treinta años no me saludan. El es el negociador del gobierno central con la banda terrorista ETA.
            La semana siguiente tiene un contacto con uno de la banda en un pueblo de Francia y con un observador internacional que sólo habla inglés, por lo que precisan de los servicios de una traductora. Tanto él como el etarra tienen que buscar puntos en común para poder ir avanzando en la negociación, pero se encuentran con escollos tales como País Vasco / Euskalherria, derecho a decidir / legislación vigente, y demás cuestiones que conforman una sociedad, o una visión de lo que debería ser esa sociedad. Un desierto es lo que los separa y ellos han de convertirlo en un oasis.
            La película está narrada en tono serio, pero no dejando de lado alguna situación que aligere la dureza de lo que puede ser una negociación entre partes encontradas, ni tampoco se ceba en el resultado real del terrorismo como las víctimas de los atentados. La elección es clara: te enseño lo difícil que es llegar a algún acuerdo, pero no te hago un documental sobre atrocidades. Muy buena.




Dirección: Borja Cobeaga                                         Fotografía: Jon D. Domínguez
Guión: Borja Cobeaga                                              Montaje: Carolina Martínez Urbina
Música: Aránzazu Calleja
Actores: Ramón Barea, Josean Bengoetxea, Carlos Areces, Melina Matthews, Jons Pappila

(2015; 79’; ***;13)    


sábado, 7 de mayo de 2016

B

            En una sala pequeña se hacinan veinte personas, entre ellas el juez Ruz y el acusado Bárcenas. La cámara va del encuadre de la mesa del juez al plano en el que se ve a Bárcenas y a las personas que están detrás. También hay planos cortos sobre los dos protagonistas. Se puede decir que así es toda la película: pregunta, respuesta o comentario, nueva pregunta y seguimos.
            Pero el tema es tan actual, tan candente y tan sorprendente que te quedas enganchado en tu silla o butaca no dando crédito a tus oídos y deseando que fuera una película de política ficción. Pero tanta cantidad de nombres que has oído a lo largo de los años, en la política o en los negocios, hace que pongas los pies en la tierra y termines creyendo que de ficción no tiene nada y, por desgracia, todo era política.
            Los actores principales están ajustados a sus papeles, perfectos diría yo, y la cámara se mueve en tan reducido espacio lo suficiente para no aburrir al espectador con plano y contra plano. Para el que quiera saber qué había en los papeles de Bárcenas sin tener que leerlos.



Dirección: David Ilundain                                          Fotografía: Angel Amorós
Guión: David Ilundain                                                Montaje: Marta Velasco
Música: -
Actores: Pedro Casablanc, Manolo Soto, Patxi Freytez, Eduardo Recabarren

(2015; 78’; ***;12)    


domingo, 1 de mayo de 2016

TRUMAN

            No fui al cine a ver esta película porque la presencia del perro en el cartel me hizo creer que era otra película de animales y, aunque tiene su porqué, no se trata de eso. El protagonista, dueño de Truman está muy enfermo y un viejo amigo suyo afincado en Canadá viene a visitarlo. En sus idas y venidas se encontrarán con conocidos y familiares y se nos irá informando del pasado y relación con esas personas.
            Bien, hasta aquí bien. Pero la película no termina de funcionar y después de verla con Marisol, y dada la colección de premios recibidos, nos quedamos perplejos porque a ninguno de los dos nos había convencido e hicimos nuestro particular cine fórum y, creemos saber el porqué: la película nos muestra dos amigos muy unidos que están juntos cuatro días y, a través de los personajes que entran y salen las relaciones que hubieron en relación a estos dos amigos… pero, ¿qué hubo entre ellos para que les uniera tanto? No se sabe nada y no se deja traslucir nada de una amistad tan entrañable e intensa. Y ahí es donde se produce el vacío que deja en el espectador, yo en este caso, diciendo “sí, pero no me ha hecho vibrar”.
            Cinco Goyas: mejor película, dirección, guión, actor principal y secundario. Con la salvedad de las actrices, los más importantes y, en cambio, no es un producto redondo, “ni siquiera ovalado”, Marisol dixit.




Dirección: Cesc Gay                                                  Fotografía: Andreu Rebés
Guión: Cesc Gay                                                        Montaje: Pablo Barbieri Carrera
Música: Nico Cota, Toti Soler
Actores: Ricardo Darín, Javier Cámara, Dolores Fonzi, Eduard Fernández

(2015; 106’; **;11)