Buscando algo que ver mientras cenamos aparece el anuncio
de esta película y la ponemos sin dudar, pues hace muchos años que no la hemos
visto y, a pesar de su violencia, creemos que es muy buena. Yo no supe de su
existencia hasta que no vi Pulp fiction,
otra joya, y no la habré visto más de tres veces, pero quiero insistir, por si
queda alguien por verla, que no se puede tener ni el espíritu ni el estómago
delicados.
La primera escena que vemos en la película es el desayuno
de unos ocho hombres, en el que, aparte de algún otro tema, se habla de la
canción Like a virgin de Madonna con
un lenguaje malsonante, que puede llegar a cansar. Esa escena dura unos quince
minutos con un final que incluye una discusión sociológica. Salen del
restaurante y entran los títulos de crédito, que ya son un icono de la
filmografía mundial, hollywoodiense o tarantiniana, a gusto del consumidor. A
partir de ese momento la pantalla estará casi siempre ensangrentada, pero
explicando una historia sólida y con un montaje basado en flashbacks que hace que no se haga pesada en ningún momento.
Indispensable.
Dirección: Quentin Tarantino Fotografía:
Andrzej Sekula
Guion: Quentin Tarantino, Roger Avary
Montaje: Sally Menke Música:
canciones de los 70
Actores: Harvey Keitel, Tim
Roth, Michael Madsen, Chris Penn, Lawrence Tierney
(1992; 99’; ***; 32)