domingo, 26 de julio de 2020

YO, CLAUDIO

Como no vemos películas y estamos inmersos en la segunda temporada de una buena serie, de la que ya hablaré, voy a tirar de memoria y nos vamos a ir casi medio siglo atrás. Series siempre ha habido, aunque ahora es el formato que está más en boga, pero recuerdo no haber visto, por la edad que tenía y porque no teníamos televisor El túnel del tiempo o Perry Mason, aunque de la calidad de las que hizo la BBC a finales de los setenta estoy seguro que nadie habrá olvidado la que da título a esta reseña. No solo nos vamos a ir casi medio siglo atrás, sino que será algo más de dos mil años.

Ya han acabado las guerras civiles en Roma y Augusto se ha proclamado emperador. Su esposa Livia tiene un hijo de su primer matrimonio, Tiberio, y quiere que este sea el sucesor, pero Augusto prefiere a alguien más joven. Livia pondrá todo su empeño en que sea lo que ella quiere. Esto lo va relatando Claudio, nieto de Livia, que nunca ha sido tenido en cuenta para nada ya que, aparte de su epilepsia, tartamudez, cojera y de que no retenga la baba, parece tener retraso mental, pero la realidad dejará perplejo a más de uno de su familia.

La serie, más bien obra de teatro, rodada en interiores y en blanco y negro (así la vimos nosotros, ¿puede haber algo menos interesante?), es una entretenidísima sucesión de ambiciones, pasiones, deseos y artimañas para conseguir el poder y, sobre todo, mantenerse en él… el mayor tiempo posible que se lo permitan sus familiares. Quedaría por hablar de las estupendas actuaciones, del guion, del maquillaje, … en resumen: de visión imprescindible.





Dirección: Herbert Wise

Fotografía: ?

Guion: Robert Graves, Jack Pulman

Montaje: Dave Hillier

Música: Wilfred Josephs

Actores: Derek Jacobi, George Baker, Margaret Tyzack, Siân Phillips, Brian Blessed

(1976; 13 x 52’; ***; 28)


domingo, 19 de julio de 2020

BAD EDUCATION

Lorenzo, cómo no, me sugirió que escuchara, también, otro podcast y, cuando me puse al día de Todopoderosos, ataqué este programa de radio llamado La Cultureta, en el que hablan de libros, música, cine y cualquier efeméride que les permite desarrollar un tema relacionado con el mundo de la cultura entre los cinco o seis participantes habituales del programa. La verdad es que Lorenzo me dio un buen consejo que aquí traslado.

Y este es el origen del conocimiento que tengo de esta película de la plataforma HBO que, de otra manera no habría tenido, dada mi falta de canales de información, pues al fin y al cabo, buenas noticias no hay y de las malas siempre me entero, quiera o no. Centrándome en la película, creo que los culturetas, como así se llaman a sí mismos los partícipes del programa, se excedieron presentado esta película que, no está mal, pero que en otras manos podría haber sido una película hecha para televisión y que quizá se libra por la manera de presentar los personajes y a la categoría los dos actores principales, pero poco más. Producto de la realidad, por supuesto, pero que como noticia me interesaba dado que desconocía este hecho norteamericano. Resalto la música, que me ha gustado mucho.

El superintendente de un colegio (vendría a ser, para mí, como nuestro director), antiguo profesor de literatura, es un hombre muy bien considerado entre todos los padres de los alumnos del instituto que dirige, pues ha conseguido hacer pasar esa institución de una posición nada importante a un muy meritorio cuarto lugar, lo que implica que sus alumnos pueden acceder a universidades más notables, con lo que ello conlleva y, también, que debido a la fama que está alcanzando el instituto los terrenos circundantes tengan un valor mucho mayor. Ahora se ha sacado de la manga crear una pasarela que permita acceder de un edificio a otro más cómoda y rápidamente, lo que será una muestra del poder económico del centro. Tanta ilusión levanta dicha construcción que el periódico local que se edita en el colegio le va a dedicar un artículo. Y aquí comienza lo interesante.





Dirección: Cory Finley

Fotografía: Lyle Vincent

Guion: Mike Makowsky, Robert Kolker

Montaje: Louise Ford

Música: Michael Abels

Actores: Hugh Jackman, Alison Janney, Geraldine Viswanathan, Ray Romano, Alex Wolff

(2019; 108’; **; 27)



domingo, 12 de julio de 2020

LA CONSPIRACION CONTRA AMERICA

Basada en una obra de Philip Roth nos plantea la hipótesis de que Lindbergh hubiera ganado las elecciones de Estados Unidos de 1940 y, en lugar de ser atacados por Japón y entrar en la Segunda Guerra Mundial, se hubieran declarado no beligerantes, a fin de preservar las vidas de los norteamericanos y porque, en parte, estaban de acuerdo con la unión de Europa a través del nazismo. Todo ello se ve a través de las vivencias de una familia norteamericana descendientes de judíos y de un rabino que considera a Lindbergh un hombre no racista, por lo que promueve sus hipótesis.

La presentación de la serie es espectacular, pues recrea el ambiente y las ciudades de hace ochenta años; las actuaciones muy creíbles y el guion va transportando al espectador de la vida tranquila y segura, con independencia de ser judío o norteamericano sin otra ascendencia, a la intranquilidad por aquello que puede suceder, aunque parezca que no sea posible. La presentación de la serie con imágenes de la época ya da una idea de su factura.





Dirección: Thomas Schlamme, Minkie Spiro

Fotografía: Martin Ahlgren

Guion: Ed Burns, Philip Roth, David Simon

Montaje: Joe Hobeck, Brian A. Kates

Música: -

Actores: Winona Ryder, Anthony Boyle, Zoe Kazan, Morgan Spector, John Turturro

(2020; 6 x 60’; ***; 26)


sábado, 4 de julio de 2020

SI, MINISTRE y SI, PRIMER MINISTRE

Al hilo de la crónica anterior quiero hablar de estas dos series, que he visto muchas veces, incluso en este aciago año. La primera la vi hace cuarenta años en TV3, de ahí que haya puesto el título en catalán, porque a pesar de que luego se ha doblado también al castellano, a mi entender y sin quitar méritos a nadie, la entonación catalana es mucho más divertida. A lo largo de todo este tiempo y, como tengo los DVD la hemos ido viendo, pues es toda una escuela de lo que puede llegar a ser la política y los funcionarios a ella adscritos. Si la anterior es una visión dura y descarnada de esa ocupación estas son deslumbrantemente divertidas.

En ambas series hay tres protagonistas: un oscuro diputado que llega a ministro, su secretario permanente y su secretario. El ministro llega al ministerio con ganas de cambiar la política, las maneras de hacer de los funcionarios y cuenta con que, debido a ello, vuelva a salir elegido. El secretario permanente está allí para impedir que su ministro pueda deshacer lo que tanto les ha costado a los que son inmutables, es decir, los funcionarios y, entre ellos, los secretarios permanentes. Y el secretario del ministro navega entre lo que su jefe principal, el ministro, quiere y lo que su jefe en el escalafón desea.

Para rematar la primera serie, gracias a no estropear nada, pero tampoco hacer mucho, el ministro consigue llegar a ser primer ministro y sus secretarios pasan a ser los principales en sus rangos. ¡Ahora sí que se podrá cambiar el mundo desde esta posición! ¿O no? Hay que verlas y reírse con ellas para saber si el mundo es moldeable o se creó así de inmutable.









Dirección: Peter Whitmore, Sydney Lotterby

Fotografía: Chris Seager

Guion: Antony Jay, Jonathan Lynn

Montaje: Alistair McKay, John Dunstan, Denis Hayes

Música: Ronnie Hazlehurst

Actores: Paul Eddington, Nigel Hawthorne, Derek Fowlds, Diana Hoddinott, John Nettleton

(1980 - 1987; 38 x 30’; ***; 25)