sábado, 24 de febrero de 2018

LA FORMA DEL AGUA

Se acerca la noche en que no duermo y apretamos un poco el acelerador para ir más al cine. Esta es la quinta que he visto de las nueve nominadas a mejor película y cuantas más veo mejor me lo paso esa noche, pues así sé de qué están hablando. Esta película tiene trece nominaciones y quizá no sea la mejor en cada una de ellas pero para mí, sin ningún género de dudas, es la mejor de todas las que pueden ganar.
Como el resumen de la película que voy a hacer será ridículo y muy poco representativo porque no quiero contar nada de ella y que sea cada espectador el que disfrute con la historia, explicaré con un poco de detalle porqué me parece tan buena: Sally Hawkins es la actriz principal y su actuación no tiene parangón, podría verse la película viéndola sólo a ella; Octavia Spencer y Richard Jenkins, actores secundarios, le dan unas réplicas estupendas; el guion es muy bueno, pero la producción es una obra de arte, pues te trasladan a Estados Unidos en las postrimerías de los años cincuenta y la banda sonora y las canciones confirman lo que los ojos ven. Después de esto, ¿tengo que aclarar que la dirección es buena? De la película como conjunto ya he hablado: una maravilla.
Sinopsis: a finales de los cincuenta Rusia ya ha enviado a un animal al espacio y los Estados Unidos van a la zaga, pero acaban de encontrar un hombre anfibio en el Amazonas y piensan enviarlo al espacio exterior. En el complejo donde está confinado trabajan como limpiadoras Zelda y Elisa, y esta última es vecina de Giles, dibujante calvo y en paro, y… ¿por qué estás leyendo esto y no yendo a verla?

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Dirección: Guillermo del Toro                                              Fotografía: Dan Laustsen
Guion: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor                         Montaje: Sidney Wolinsky
Música: Alexandre Desplat
Actores: Sally Hawkins, Michael Shannon, Richard Jenkins, Octavia Spencer

(2018; 123’; ***; 7)


sábado, 17 de febrero de 2018

EL HILO INVISIBLE

No recuerdo cual fue la primera película que vi de Daniel Day-Lewis, pero sí cuales fueron las tres primeras: Mi hermosa lavandería, Una habitación con vistas y Mi pie izquierdo. Ha hecho muchas más y que yo, a pesar de ser un actor que me gusta, no he visto, pero creo que hay que tenerlo presente y me gustaría tener la paciencia de revisar su filmografía, pues su aparición en una película siempre la hace  interesante, y este fue el motivo de que quisiera verla, aparte de que dice que se retira.
Reynolds Woodcock es un modisto de la alta sociedad, apegado a sus rutinas y egoísta por no querer variarlas en nada, lo que hace que, cada cierto tiempo, su hermana tenga que despachar a la costurera que aspiraba a ser su mujer; pero como toda regla tiene su excepción, llegará una que será la horma de su zapato, pero de una manera que difícilmente puede llegar a sospechar ningún espectador. La primera mitad de la película puede hacerse pesada a alguien que no le gusten las historias explicadas con detalle y cuyo desenlace tiene que ver con una trama que no se entreveía y, sobre todo, por la omnipresente banda sonora que, más que música de película, parece una sinfonía. No está mal, pero como decía el emperador en Amadeus “demasiadas notas”. Muy buena fotografía.




Dirección: Paul T. Anderson                                                 Fotografía: Paul T. Anderson
Guion: Paul T. Anderson                                                       Montaje: Dylan Tichenor
Música: Jonny Greenwood
Actores: Daniel Day-Lewis, Lesley Manville, Vicky Krieps, Harriet S. Harris

(2018; 131’; ***; 6)


sábado, 10 de febrero de 2018

VERANO 1993

Al día siguiente de la nefasta presentación, pésimo guion e incomprensibles chistes de la gala de los Goya, que no terminé de ver, Marisol sugiere que veamos esta película. Como con la edad merman las capacidades, no consigo oírla en catalán, de ahí que el título esté en castellano. Antes de de dedicarle tres líneas a la historia que cuenta la película, diré que está basada en la vida de su directora (como tantas otras basadas en hechos reales que vienen de la fábrica de sueños), y me pregunto si la Academia tenía que enviar esta ópera prima a las seleccionables para los Oscar. ¿De verdad que entre todas las de año era la mejor o la que creían que tenían más posibilidades de ser nominada? Y con ello no quiero decir que para ser la primera película que dirige no esté bien, pero no es Ciudadano Kane, que también fue prima.
Y ahora el sucinto resumen: una niña de unos siete años queda huérfana de padre y madre debido al sida. Su tío carnal, casado y con una hija de unos cinco años, se queda con ella. A pesar del cariño que le prodigan los dos adultos, la pena de la ausencia de sus padres la hace arisca. La película nos muestra los meses del verano del noventa y tres. Bien las actuaciones de las niñas y excesivos primeros planos, a mi gusto.




Dirección: Carla Simón                                                         Fotografía: Santiago Racaj
Guion: Carla Simón, Valentina Viso                                     Montaje: Didac Palou, Ana Pfaff
Música: Pau Boïgues, Ernest Pipó
Actores: David Verdaguer, Bruna Cusí, Laia Artigas, Paula Robles, Fermí Reixach

(2017; 97’; **; 5)