Se acerca la noche en que no duermo y apretamos un poco
el acelerador para ir más al cine. Esta es la quinta que he visto de las nueve
nominadas a mejor película y cuantas más veo mejor me lo paso esa noche, pues
así sé de qué están hablando. Esta película tiene trece nominaciones y quizá no
sea la mejor en cada una de ellas pero para mí, sin ningún género de dudas, es
la mejor de todas las que pueden ganar.
Como el resumen de la película que voy a hacer será
ridículo y muy poco representativo porque no quiero contar nada de ella y que
sea cada espectador el que disfrute con la historia, explicaré con un poco de
detalle porqué me parece tan buena: Sally Hawkins es la actriz principal y su
actuación no tiene parangón, podría verse la película viéndola sólo a ella; Octavia
Spencer y Richard Jenkins, actores secundarios, le dan unas réplicas
estupendas; el guion es muy bueno, pero la producción es una obra de arte, pues
te trasladan a Estados Unidos en las postrimerías de los años cincuenta y la
banda sonora y las canciones confirman lo que los ojos ven. Después de esto,
¿tengo que aclarar que la dirección es buena? De la película como conjunto ya
he hablado: una maravilla.
Sinopsis: a finales de los cincuenta Rusia ya ha enviado
a un animal al espacio y los Estados Unidos van a la zaga, pero acaban de
encontrar un hombre anfibio en el Amazonas y piensan enviarlo al espacio
exterior. En el complejo donde está confinado trabajan como limpiadoras Zelda y
Elisa, y esta última es vecina de Giles, dibujante calvo y en paro, y… ¿por qué
estás leyendo esto y no yendo a verla?
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Dirección: Guillermo del Toro Fotografía:
Dan Laustsen
Guion: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor Montaje:
Sidney Wolinsky
Música: Alexandre Desplat
Actores: Sally Hawkins, Michael Shannon, Richard Jenkins,
Octavia Spencer
(2018; 123’; ***; 7)