Esta es la película que yo elijo para que la veamos los
cuatro en glorioso blanco y negro y con la banda sonora ligeramente
desincronizada de la imagen hacia el final de la misma, pero ¿a quién le
importa tratándose de esta película? Quien dude de ello es que no la ha visto y
no debe perdérsela y, sobre todo, no contar el final, tal y como solicita una
voz cuando ha terminado la historia.
Me compré la novela cuando era un adolescente y me llevé
una desilusión, pues la película es infinitamente mejor que el libro que, al
fin y al cabo, es un relato de ochenta páginas. En los títulos de crédito aparece
que es una obra de teatro, pero quiero pensar que el guion de la misma es
diferente al libro.
Al principio de la película conocemos a sir Wilfrid
Robarts, reconocido abogado penalista, y a su enfermera, pues acaba de salir
del hospital de una grave enfermedad por lo que los médicos le han recomendado
que no se dedique más a su profesión, pero, no ha tenido tiempo de llegar a su
domicilio-oficina, que un procurador le quiere presentar a un acusado de
homicidio, el cual se declara totalmente inocente. El no quiere aceptar su
defensa, pero se verá abocado a ello dadas las circunstancias del caso.
Y el caso es que esta película, sin la dirección y guion
de Wilder y las actuaciones de Laughton y su esposa, Elsa Lanchester, que
aparecen en tercer y cuarto lugar en los títulos de crédito, pero que, en
cambio, son el alma visible de la historia, no sería la que es: ¡fantástica,
sin duda alguna!
Dirección: Billy Wilder
Fotografía:
Russell Harlan
Guion: Billy
Wilder, Harry Kurnitz
Montaje: Daniel MandellMúsica:
Matty Malneck
Actores: Tyrone Power, Marlene Dietrich,
Charles Laughton, Elsa Lanchester, John Williams