El equipo es el de siempre: Alcaine, Iglesias, Font, pero el guionista ya no es el mismo Almodóvar de cuando sus películas te enganchaban, con una buena historia, sorprendente, humana y, más de una vez, atrevida. En esta se ha fijado en lo que llama a las masas seas lo que seas, vengas de dónde vengas o pienses lo que quieras, es decir, en la película aparece un tanto de feminismo, un tanto de homosexualidad y, lo que termina de hundirla, un mucho de cadáveres en las cunetas; pero como esto es lo que se lleva… Mala sin remisión y con la ocasión perdida de hacer una película de dos mujeres que tienen hijos el mismo día, siendo de edades y recursos diferentes. El Almodóvar de hace años habría sacado chispas de esta historia que tenía muy buen aspecto y se diluyó en actualidades que ni le iban ni venían. Quizá haya un productor que no aparece en los títulos de crédito llamado subvención que tenía algo que decir. Lástima.
Penélope está muy bien, como siempre; Smit me pareció una primeriza, cuando no lo es, y su acento me desagradó; tanto a Rossy como a Aitana se les enchufa un par de escenas ilógicas dentro de la historia, lo que hace chirriar la narración; así como la relación homosexual nacida de la nada y disuelta de la misma forma. He dejado para el final al macho de la película: inenarrable su triste papel y actuación. Almodóvar y Allen: cines paralelos.
Dirección: Pedro Almodóvar
Fotografía:
José L. Alcaine
Guion: Pedro Almodóvar
Montaje: Teresa Font
Música:
Alberto Iglesias
Actores: Penélope Cruz, Milena
Smit, Israel Elejalde, Aitana Sánchez-Gijón, Rossy de Palma
Plataforma: cine
(2021; 120’; *; 86)