lunes, 25 de febrero de 2019

OSCAR 2019


Este año no hubo presentador: el primero iba a ser un actor que no pudo por agenda, el segundo un afroamericano que se pasó con tuiteradas y lo despacharon y para el tercer puesto no encontraron a nadie que quisiera serlo; los guionistas contentos, pues se ahorraron un montón de folios. A cambio, las presentaciones de los premios fueron hechas por parejas de americanos de origen africano y/o por asiáticos, por parejas de mujeres y así, de esta forma, se cubrieron todas las cuotas posibles de marginados y se empoderaron (¡vaya verbo, y está en el diccionario!) dichas minorías. ¡Patético! Ahora no se trata de dar espectáculo, sino de cubrirse las espaldas (o el bajo de las mismas). Lo dejo aquí… hasta que llegue a los premios. El escenario no tan impresionante como otros años: algunos miles de cristales que sobraron del pasado año y unas ondas en el frontispicio simulando la época del modernismo.
Para terminar de arreglarlo la retransmisión desde Madrid: hecha para los que no les gusta el cine. Se habló poco de cine y mucho de los comentarios y tendencias de Twitter (como si fuesen decisivos), de la moda (todo estaba bien, pues entonces no hace falta hablar de ello); el tonto de turno era un guionista gallego que estuvo bastante callado (menos mal) y que lo mejor que hizo fue enseñar el guion de la gala. Penoso.
Y los Oscar se fueron yendo para:                
·     Mejor película: Green book, comedia amable basada en hechos reales que narra el encuentro entre un pianista negro y su conductor italiano. Vista cien veces en el pasado, pero así cubrimos la cuota de la negritud y no le damos más Oscar a Roma, ni ensalzamos a La favorita o El vicio del poder, la primera por atentar contra las buenas costumbres y la segunda por enseñar lo que sucede entre las bambalinas del poder del estado más poderoso del mundo.
·    Mejor director: Alfonso Cuarón por su neorrealista película mexicana: Roma. Desde que Trump amenazó con que haría desaparecer México lo que ha logrado es que vayan allí cinco de los seis últimos premios de esta categoría.
·    Mejor actor: Rami Malek (egipcio), por su notable interpretación de Freddie Mercury (yo prefería a Christian Bale, pero es blanco blanco).
·       Mejor actriz: Olivia Colman, insuperable como reina de La favorita. A pesar de dirigir un mal discurso al auditorio, hizo reír por su espontaneidad. Glenn Close se queda sin premio con siete nominaciones. Este año sustituía a Meryl Streep.
·       Mejor actor de reparto: segundo Oscar para Mahershala Ali, elegantísimo de modales como pianista y, aunque no toca, dando toda la sensación de hacerlo. Había un blanco que no lo hizo mal como Bush, pero este año no tocaba.
·      Mejor actriz de reparto: Regina King (no he visto El blues de Beale Street, pero transcurre en un barrio de descendientes de africanos). Emma Stone y Rachel Weisz (La favorita) o Amy Adams (El vicio del poder) eran demasiado blancas y Marina de Tavira (Roma, demasiado aborigen). He visto estas cuatro actuaciones y, sin menospreciar a la de King, cualquiera de ellas se merecía el premio.
·        Mejor guion original: Roma, de Cuarón. Merecido.
·        Mejor guion adaptado: Infiltrado en el KKKlan, de Spike Lee. Negro que habla de ataques a negros (solo lo apunto) pero merecido, pues la película es sorprendente, aunque densa y el que no quiera darse cuenta en qué porquería de mundo vivimos que se vaya diez minutos antes del final, pues la película se ha acabado y Lee nos da un porrazo mostrándonos la realidad. El discurso más incorrecto de la noche, pero necesario. Y lo digo aunque sea negro, pues no es el color de la piel lo que me ha molestado de la ceremonia, sino la manera torticera de la Academia de soslayar la situación real.
·       Mejor película de habla no inglesa: Roma. También me gustó mucho la japonesa.
·      Mejor fotografía: Alfonso Cuarón, que se lleva el tercero de la noche y es el primer director que gana este premio.
·       Mejor banda sonora: Ludwig Göransson, por Black panther, que se lleva tres y no traduzo.
··    Mejor diseño de producción: Black panther. He visto La favorita y Roma y, siendo las dos muy buenas, prefiero la de esta última. Insisto en no traducir el título.
      Mejor vestuario: Black panther. No insisto porque solo he visto una nominada.
     En fin, solo veo negrura en lontananza, y no me refiero a la raza, sino al futuro del cine en general y de esta pantomima en particular.




     (2019; 3h15’; **; 6)


domingo, 24 de febrero de 2019

LA FAVORITA


A este director lo descubrí hace ya unos cuantos años en Sitges con su inteligente película Canino. No puedo recordar fácilmente su nombre, pero ni me he olvidado de esa película ni me olvidaré de esta: por su valentía, por su originalidad (aunque la reina haya existido), y por sus interpretaciones (las tres actrices están nominadas al Oscar). La banda sonora es muy buena.
La favorita de la reina, y amiga desde la infancia, hace con ella lo que quiere, llegando al punto de gobernar en su nombre. Pero una joven ambiciosa se cruzará en su camino y, aunque la favorita intenta deshacerse de ella, el atrevimiento de la joven conseguirá llegar hasta la reina y hacerse un sitio. El duelo está servido y, aunque pudiera parecer que la oponente no tiene las mismas cartas, el hecho de jugarse menos que la favorita le permite arriesgar mucho más. Una película muy interesante.




Dirección: Yórgos Lánthimos                                              Fotografía: Robbie Ryan
Guion: Deborah D. Davis, Tony McNamara
Montaje: Yorgos Mavropsaridis                                           Música: Komeil S. Hosseini
Actores: Olivia Colman, Rachel Weisz, Emma Stone, Mark Gatiss, Nicholas Hoult
(2019; 120’; ***; 5)



sábado, 23 de febrero de 2019

THE OLD MAN & THE GUN


El País me invita a ver esta película de la que no sé ni el título. Llego al cine y veo en la pantalla la imagen de Robert Redford apuntando como si sus dedos fueran una pistola. Saco mi móvil, le hago una foto a la pantalla y se la envío a Marisol y a Anna diciéndoles que “esta vez me va a gustar”. No me fui al poco de comenzar la película porque me había sentado en el extremo de una larga fila tocando la pared, ese fue el único motivo. Boyero, el crítico de cine del mencionado diario le dedicó un “retírese, Sr. Redford, le recordaré toda la vida”. Yo añadiría el epíteto a los guionistas y no le habría pagado tanto al compositor, pues llenó de notas todas las líneas de diálogo que faltaban. Spacek me gustó.
Como no podía ser de otra manera, “basada en hechos reales”. En lugar de estar esas enormes letras que replican el nombre de la ciudad de los sueños, deberían poner “cerrado por falta de ideas”. Un ladrón de bancos septuagenario no se resiste a dejar la profesión, por lo que sigue convenciendo a sus víctimas de que le den el dinero de la caja. Y el verbo que he utilizado es el correcto: convencer, pues no amenaza con armas ni oculta su cara. Y poco más dan de sí la película y el actor.




Dirección: David Lowery                                                      Fotografía: Joe Anderson III
Guion: David Lowey
Montaje: Lisa Z. Churgin                                                      Música: Daniel Hart II
Actores: Robert Redford, Sissy Spacek, Casey Affleck, Tika Sumpter, Danny Glover
(2019; 93’; *; 4)